calor

Tensión arterial baja ¿Qué puedes hacer?

Ahora con el calor y el verano, los que sufren de tensión arterial baja temerán a las altas temperaturas, así que desde Maskom Supermercados queremos ofrecerte algunos detalles al respecto para poder ayudarte. Aunque hay mucha menos información sobre los síntomas o los tratamientos, también se dan casos de hipotensión. Los mareos y la debilidad son dos de los efectos más comunes, algo con lo que se debe aprender a convivir, ya que no hay otro tratamiento disponible.

Tanto se habla sobre los efectos negativos de una tensión arterial alta y la de peligros que esto conlleva que podemos llegar a pensar que tener la tensión muy baja es algo deseado y síntoma de una buena salud cardiovascular. Pero, como todo en esta vida, lo óptimo es el punto medio.

En cualquier caso, antes de analizar cómo está nuestra tensión, vamos a recordar a qué se refiere este término.

El corazón late para bombear la sangre, que, a través de los vasos sanguíneos, llega a todos los rincones del cuerpo. La tensión es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias. Cuanto más alta es la tensión, más esfuerzo tiene que realizar el corazón para bombear, pero, cuando es muy baja, la sangre no tiene fuerza para llegar a todos los órganos con normalidad.

La tensión se mide en dos momentos: cuando el corazón late y cuando está en reposo.

Por eso, cuando nos medimos la tensión, nos da dos datos: la sistólica y la diastólica, o lo que comúnmente llamamos la máxima y la mínima.

Los valores normales

El doctor José Luis Palma, vicepresidente de la Fundación Española del Corazón, nos recuerda que “cuando hablamos de una tensión arterial normal, nos referimos a 13,5 de máxima y 8,5 de mínima”. Así pues, “todo lo que baje de 11/7,5, siempre que produzca síntomas, se considera hipotensión”. Y es que, mientras que la hipertensión es conocida como la ‘asesina silenciosa’, porque no da indicios, la hipotensión sí da la cara. Los principales síntomas son mareos, cansancio excesivo, náuseas e, incluso, desmayos.

Estas pérdidas de conocimiento son conocidas como síncopes y, tal y como nos dice el doctor Palma, “el síncope no tiene mucha trascendencia en sí mismo, al contrario de las consecuencias que se pueden derivar de perder el conocimiento, como caernos y golpearnos la cabeza”.

En cuanto al tratamiento, a diferencia de lo que ocurre con la hipertensión, donde hay distintos fármacos, en los casos de hipotensión tan solo queda cuidarse y aprender a conocer el cuerpo y los síntomas. “Sí existen algunas sustancias, pero se ha demostrado que valen para muy poco y pueden causar más perjuicio que beneficio”, sentencia el doctor Palma.

La importancia del agua

Aunque parezca una obviedad, la hidratación es una de las precauciones que debes tomar en caso de ser una persona propensa a las bajadas de tensión. Según el experto, la deshidratación es una de las principales causas de un síncope, sobre todo, con la llegada del calor. De igual manera, la alimentación será una gran aliada en casos de hipotensión, pudiendo consumir con total libertad alimentos que suelen estar vetados para enfermos cardiovasculares, como la sal.

Saber actuar

La caída de tensión (algo que puede ocurrir a cualquier persona sana por diferentes motivos), suele ser un hecho angustioso, sobre todo, cuando se produce el desmayo. Por eso, saber cómo actuar te puede prevenir de una fuerte caída y que el susto se convierta en algo grave.

Así pues, el experto recomienda, ante el mínimo síntoma de mareo, tumbarte y subir las piernas (si estás en la calle, puedes apoyarlas en la pared). En esta postura, la circulación se restablece y te recuperarás rápidamente. E insiste en que siempre es mejor que te tires al suelo antes de que el síncope te haga caer y te hagas mucho más daño. Una vez pase, debes levantarte muy despacio, con calma, e intentar beber algo de agua hasta ir recobrando la normalidad.

5 ALIMENTOS QUE LE DARÁN UN EMPUJÓN A TU TENSIÓN

Productos que están totalmente prohibidos para las personas con problemas de corazón pueden ser tu impulso en momentos en los que sientas mareo o mucho cansancio debido a un bajón de tensión. Obviamente, la sal no debe faltar en todos tus platos, al igual que mantener una buena hidratación todo el día, pero, además, estos otros también te ayudarán:

  • REGALIZ. Es perfecto para llevarlo en el bolso y echar mano de él cuando creas que las fuerzas te faltan. Y si no te gusta al natural, siempre puedes optar por una infusión. No tiene sal, pero sí glicirricina, sustancia que sigue siendo estudiada por sus efectos anticancerígenos.
  • ENCURTIDOS. Aceitunas o pepinillos, ambos son un excelente picoteo. Se suelen retirar de las dietas por su alto contenido en sal, pero si no tienes problemas de retención de líquidos, este puede ser tu capricho diario.
  • JAMÓN Y QUESO. ¿Puede haber un picoteo más español? Y, en tu caso, más acertado. Solo recuerda que el queso, cuanto más curado, más colesterol contiene.
  • BACALAO O ANCHOAS. Junto a unas verduras asadas o una ensalada, te ayudarán a mantener el peso y regular tu tensión.
  • CHOCOLATE NEGRO. Al igual que el café o el té, entre sus propiedades, destaca la de subir la tensión arterial, pero cuidado con pasarte o aparecerán el nerviosismo y el insomnio

¿Sabías que…? Al hablar de la tensión baja, no podemos dejar de lado lo que los expertos denominan hipotensión ortostática. Suele ocurrir al cambiar de postura de forma brusca, sobre todo, cuando alguien está tumbado durante mucho tiempo y se levanta de repente.

La explicación médica a este repentino mareo o aturdimiento es sencilla. Junto al corazón y el cuello, tenemos unas células llamadas barorreceptores, que son las encargadas de enviar al cerebro la señal que le indique al corazón al ritmo que debe latir. Ante un cambio brusco, esta señal puede tardar en llegar, por lo que la presión se descompensa. Por lo general, es algo transitorio que no debe durar más de un minuto. De no ser así, se aconseja visitar al médico, para descartar otras posibles patologías.

Trucos caseros frente al calor

Seguramente verías en nuestro perfil de Facebook de Maskom Supermercados: https://www.facebook.com/MaskomSupermercados/ los trucos caseros que te traíamos la semana pasada para combatir el calor durante este verano sin necesidad de tener que encender el aire acondicionado. Y si no lo viste, te dejamos por aquí el enlace:

Como ves, existen distintas maneras de refrescar el hogar sin necesidad de tener que recurrir al aire acondicionado. Por si no lo has leído te dejamos también por aquí esos trucos:

  1. Viste tu hogar con ropa de verano. Retira las cortinas de invierno y alfombras antes de que llegue el intenso calor. En verano, es conveniente que los suelos de la casa estén despejados y las ventanas cubiertas por visillos de un tejido ligero de color blanco o un tono claro.
  1. Ventila a primera hora de la mañana. Te recomendamos ventilar la casa a primera hora de la mañana, a ser posible entre las 07.00 y las 08.00 horas, pues son las horas más frescas del día.
  1. Procura refrescar los suelos. Si quieres conseguir una auténtica sensación de frescor en casa, en el caso de los suelos cerámicos friega por la mañana con agua fría, las terrazas, balcones y habitaciones, es un método bastante eficaz de bajar la temperatura, aunque tengas un aire acondicionado de bajo consumo.
  1. Cocina solo al mediodía. El momento idóneo para cocinar con altas temperaturas es, sin duda, por la mañana. Además, si evitas utilizar el horno y el fuego contribuirás a no aumentar la temperatura de tu hogar. Intenta cocinar platos fríos como ensaladas, gazpacho, cremas frías y otras recetas que no precisen ser cocinadas.
  1. Enfría la cama antes de dormir. El dormitorio es fundamental a la hora del descanso, así que si el calor no te deja dormir, enfría la cama envolviendo una botella de agua helada en una toalla o utilizando una bolsa de agua caliente llena de agua helada o hielo picado. Ponlo sobre la cama antes de ir a dormir, verás como el calor no te impide conciliar el sueño, y sin necesidad del consumo de un aire acondicionado.
  1. Evita las fuentes de calor. No tengas encendidas demasiadas luces, el horno o los fuegos de la cocina durante mucho tiempo.
  1. Utiliza ventiladores.
  1. Mantente bien hidratado. Beber al menos dos litros de agua a diario es una necesidad, sobre todo en verano y con temperaturas tan elevadas. También pueden ayudarte las duchas de agua templada o más bien fría, o meter los pies en remojo con agua fresquita.
  1. Coloca plantas y riégalas. Aprovecha si hay plantas en tu terraza, ventanas o en el interior de tu hogar para refrescar la atmósfera cada vez que las riegues.
  1. Utiliza sábanas de algodón o seda, ya que suelen acumular mucho menos el calor. Y si son de colores claros, mucho mejor.

LA FOTO ES DE STUDIO ROMAN