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¿El mejor protector solar es en crema?

Es frecuente escuchar que el mejor protector solar es el que se vende en crema, sin embargo, en Maskom Supermercados nos preguntamos ¿es cierto esta afirmación?

Realmente, el mejor formato es el que sea más cómodo de aplicar para el usuario, sin importar el hecho de que sea bálsamo, spray o crema. A la hora de comprar un producto de protección solar, dale prioridad a los de fácil aplicación, para renovar la protección con más frecuencia.

Además, recuerda que la mayoría de los productos caducan al año de apertura del bote y no deben utilizarse una vez pasada esta fecha. Para saber cuándo caduca un producto, fíjate en el logotipo de una tarrina abierta en el envase, con la inscripción 12M (1 año) o 9M (9 meses) de caducidad.

También es muy importante, tener en cuenta las horas de sol a la que nos exponemos y, por último, tras la ducha, utilizar un producto calmante hidratante después de la exposición al sol intensa y prolongada: te ayudará a recuperar mejor y antes la piel, a la vez que favorece el bronceado.

Disfruta del sol sin riesgos para tu piel

Llega el buen tiempo y desde Maskom Supermercados queremos recordarte que disfrutes del sol pero sin riesgos para tu piel. El sol es el gran aliado de los ciclos de la naturaleza y también de nuestros estados emocionales: un día de sol nos llena de energía, nos recarga las pilas, nos pone de buen humor y con ganas de compartir. Y, físicamente, nos trae beneficios tan visibles como la vitamina D, la mejora de los eccemas y la psoriasis o el aumento de la absorción de calcio, entre muchas otras cosas. Sin embargo, como sabréis también hay que tener cuidado con los efectos que puede tener el sol en nuestra piel, por eso te recomendamos nuestros solares y te ofrecemos más información para que puedas comprar lo que más se adecúe a ti.

Cada verano, nos encontramos con el mismo momento clave. Al enfrentarnos al lineal del supermercado para comprar un fotoprotector, nos preguntamos cuál es la diferencia entre bruma, aceite, espray y leche, cada cuánto hay que aplicarse el solar o cómo proteger a los pequeños. El primer consejo que debes seguir es el sentido común. La intensidad de la radiación solar es mayor entre las 12.00 y las 16.00 horas, periodo en el que deberías buscar todas las sombras posibles y, sobre todo, estar bien hidratado y beber mucha agua. Además de proteger la piel, no olvides un buen sombrero y utilizar gafas de sol con protección UV.

Durante los meses de calor, conviene prestar atención a las zonas del cuerpo que reciben más exposición del sol, como es la cara, orejas, cuello, hombros y cuero cabelludo, aplicando un protector solar acorde con la sensibilidad de tu piel. Si, además, lo incorporas en tu ritual de belleza, es recomendable aplicarse la crema facial 50+ antes del maquillaje. Un consejo útil y práctico para todo el año, que te permitirá disfrutar de un moreno saludable durante más tiempo. La crema facial 50+ Crowe es sinónimo de protección y ligereza. Es una crema hipoalergénica que se absorbe con facilidad y te protege sin dejar en tu piel esa sensación grasa que queremos evitar. Además de su formulación con filtros de amplio espectro, es un facial enriquecido con aloe vera y manzanilla, dos activos con propiedades regenerantes y calmantes que encontramos en nuestra naturaleza más cercana. Si tu destino es la playa o la piscina, conviene que extiendas una capa de fotoprotector, cuyo SPF dependerá del fototipo de tu piel, media hora antes de salir.

¿Cómo saber el fototipo de tu piel? Muy sencillo: aplicando una escala del 1 al 6 entre la sensibilidad de tu piel y el sol. Si tu piel es muy blanca y, al estar en contacto con el sol, se quema rápidamente, es un 1. Si apenas se quema, entonces te situarás en un 6. ¿Cómo mantener la piel hidratada y protegida durante todo el día? Aplícate el protector varias veces durante el día. La crema solar suele durar unas dos horas. Aunque, si nadas, el efecto se mantiene durante unos 20 minutos. La reaplicación durante el día es imprescindible. Por otra parte, ¿sabías que si haces esnórquel los rayos del sol aún te alcanzan a medio metro de profundidad? Escoge entre las diferentes variedades de la gama protectora Crowe para cada momento. Formulada con filtros de amplio espectro que te protegen frente a las radiaciones, la leche o crema Crowe es ideal para aplicarla antes de salir a la playa, porque protege e hidrata la piel y, además, se absorbe rápidamente. Sus vitaminas E y A son antioxidantes que actúan como barrera natural frente a los rayos del sol. La loción Crowe es la propuesta favorita para las reaplicaciones después del baño, ya que es muy fácil de usar, es de rápida absorción y tiene una textura más ligera que la crema. El aceite Crowe es la opción top para quienes buscan protección y desean favorecer un bronceado seguro, uniforme y duradero con las riquezas y bondades de la vitamina E, el aceite de coco y el aceite de zanahoria. 3 Conociendo bien tu piel. Escoge el fotoprotector pensando siempre en las necesidades específicas de tu dermis: fototipo de tu piel, alergias, sensibilidades, eccemas, tatuajes, cicatrices, etc.

Hay que tener especial atención en proteger a los pequeños de la casa. Y es que ya se sabe, aplicar la crema en los niños es a veces una tarea complicada. De esta forma, uno de los recursos que más agradecen los padres es que sea fácil de extender, sea duradero y no sea pringoso, por lo que el Spray Kids Crowe es la propuesta que más convence. Los fotoprotectores infantiles Crowe cumplen con los requisitos mencionados y, además, son hipoalergénicos, aptos para pieles sensibles y contienen ingredientes clave para el cuidado de la piel, como el aloe vera y la manzanilla.

Por otra parte, es importante hidratar la piel después de una jornada de sol. El aftersun de Crowe, enriquecido con aloe vera ecológico, vitamina E y lanolina, es indispensable en tu ritual de cuidado para lucir una piel sana durante el verano. Y lo es porque es esencial para hidratarte y regalarte la sensación de frescor después de una ducha rápida y no tanto como una solución o alivio a una quemazón, que no debería producirse.