Croquetas, delicias clásicas

Seguro que si has probado las croquetas de Alteza eres muy fan de nuestras croquetas. Y es que estas además de ofrecer lo mejor de las preparaciones caseras -puesto que no contienen grasas hidrogenadas ni conservadores y se elaboran con aceite de girasol- se preparan en un pispas. Y si eres muy fan te interesa leer este artículo que te traemos hoy desde Maskom Supermercados, ya que las croquetas llevan presentes en nuestra cocinas desde hace siblos pero, en los últimos años, su popularidad ha aumentado.

Las croquetas son tendencia en la gastronomía, sin embargo, su historia se remonta a la cocina francesa del siglo XVIII. Aunque hay varias teorías sobre su origen, se cree que las primeras fueron creadas por el chef francés Marie-Antoine Carême, considerado uno de los padres de la alta cocina francesa. Carême las creó como una forma de utilizar las sobras de carne y aves, combinándolas con una bechamel cremosa y, luego, dándoles forma y rebozándolas antes de freírlas. Rápidamente, ganaron popularidad en la corte francesa y se extendieron por toda Europa. A medida que las croquetas se popularizaban, cada región comenzó a poner su toque distintivo en la receta.

En Italia, se desarrollaron las arancini, croquetas de arroz rellenas de queso o ragú. En los Países Bajos, las kroketten se convirtieron en un aperitivo favorito, rellenas de carne picada. En España, se caracterizan por su cremoso interior y su cobertura crujiente.

Nuestra marca propia Alteza pone a tu alcance algunos de los sabores más demandados, como las de pollo, con un 6% de aceite de girasol, sin conservadores y sin grasas hidrogenadas, y las artesanas de bacalao, que tienen las mismas características, con un 7% de aceite de girasol.

  • Calentar el aceite. Utiliza una sartén o una freidora profunda y asegúrate de que el aceite esté bien caliente antes de añadir las croquetas. La temperatura adecuada del aceite oscila entre los 175 °C y 180 °C. Si el aceite no está lo suficientemente caliente, las croquetas absorberán mucho aceite y quedarán grasas. Y si, por el contrario, está demasiado caliente, se quemarán rápidamente por fuera antes de que el interior esté hecho.
  • Poco a poco. No llenes la sartén con demasiadas croquetas a la vez. Esto evitará que el aceite pierda temperatura y asegurará una cocción uniforme. Freír las croquetas en lotes pequeños permitirá que cada una tenga suficiente espacio para dorarse de manera uniforme.
  • Toque final. Una vez que las croquetas estén doradas y crujientes por fuera, retíralas del aceite y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. Así, estarán listas para ser servidas. ¡A disfrutarlas!