Los perros son mucho más sensibles que nosotros al calor, ya que sólo tienen la capacidad de sudar a través de las almohadillas. Otras de las formas de perder calor y quizás de las más importantes para ellos, es por medio del jadeo y con el contacto con el suelo.
1. Paseo: Hay que evitar sacarlos en las horas centrales de mayor calor del día, ni tampoco dejarlos hacer ejercicios demasiado intensos.
2. Agua: Debemos tener siempre a su disposición agua fresca y limpia, tanto dentro como fuera de casa.
3. Refrescarlos: Es recomendable mojarles cada cierto tiempo, y dejar que descansen a la sombra.
4. Pelaje: En perros de pelo largo, podemos cortarles el pelo con mayor frecuencia, aunque sin excedernos en el corte, ya que también pueden quemarse por exposición al sol al igual que nosotros.
5. Abdomen: Rasurar las zonas del abdomen para que cuando se tumben puedan estar más fresquitos y equilibrar su temperatura corporal.
6. Por último, nunca dejar a nuestro fiel amigo metido en el coche, ya que los vehículos alcanzan por estas fechas temperaturas que pueden resultar letales en la mayoría de los casos.